Valencia instalará semáforos para ciclistas en los carriles bici más peligrosos
El Ayuntamiento de Valencia ha anunciado un ambicioso plan para mejorar la seguridad vial en varias zonas conflictivas de la ciudad, basándose en los resultados de una reciente auditoría.
Esta iniciativa busca no solo corregir deficiencias existentes, sino también implementar soluciones innovadoras que se puedan aplicar en otras áreas con características similares, según ha explicado el concejal de Movilidad, Jesús Carbonell.
Entre los primeros puntos de acción destacan los carriles bici que atraviesan zonas de paradas de autobús. Para aumentar la seguridad tanto de ciclistas como de usuarios del transporte público, se ha recomendado reforzar la señalización y mejorar la visibilidad en estos tramos.
Una de las medidas más innovadoras será la instalación de semáforos específicos para ciclistas, que se activarán cuando el autobús esté parado o acercándose, garantizando así un cruce más seguro para los pasajeros.
El proyecto se pondrá en marcha de manera piloto en los carriles bici más conflictivos, con el objetivo de evaluar su eficacia y extenderlo posteriormente a otras áreas de la ciudad.
Carbonell ha destacado que estas medidas ayudarán a reducir el número de accidentes y mejorar la convivencia entre los diferentes modos de transporte.
Además de los carriles bici, la auditoría ha puesto especial atención en los cruces de peatones que atraviesan zonas destinadas a los contenedores de residuos, sugiriendo una mejor señalización y adecuación de estos pasos para garantizar la seguridad de los viandantes.
La revisión también ha analizado cinco puntos negros de la ciudad con alta siniestralidad y reclamaciones vecinales: la plaza Zaragoza, el cruce entre Cardenal Benlloch y la avenida Blasco Ibáñez, la intersección entre Cardenal Benlloch y la avenida del Puerto, y dos cruces en Gran Vía Fernando el Católico. En estas áreas, se propone mejorar la regulación semafórica, optimizar la visibilidad mediante la poda de árboles y mejorar la señalización vial.
Una de las intervenciones más destacadas para 2025 será la reconfiguración de la rotonda de Cardenal Benlloch con Blasco Ibáñez, que pasará de ser una rotonda partida a una completa.
Esta transformación, que contará con una dotación presupuestaria el próximo año, también incluirá la instalación de señalización semafórica con iluminación led en la calzada para mejorar la visibilidad.
Finalmente, se abordarán otras mejoras en Gran Vía Fernando el Católico, donde se modificarán los pasos de peatones y se propondrán alternativas para reorganizar el tráfico en la confluencia con Guillem de Castro, favoreciendo la movilidad ciclista y peatonal.
Carbonell ha subrayado que estas acciones forman parte de un compromiso continuo para mejorar la seguridad vial en Valencia, con la realización de nuevas auditorías en el futuro.